
Una alternativa saludable a las grasas trans» considera que el aceite de coco reduce el nivel de colesterol en sangre. Contiene ácidos caprílico, mirístico, esteárico, caprílico y láurico, que eliminan las bacterias y combaten el desarrollo de virus.
El aceite de coco mejora el funcionamiento de la glándula tiroides, favorece la limpieza del intestino y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Por cierto, la Organización Mundial de la Salud incluye el aceite de coco en la lista de productos recomendados para prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares.
Además, el aceite de coco contiene vitaminas E y K, así como colina y fitoesteroles.